Introducción: Sandías a la democracia

Son editores. Ellos controlan la audiencia de muchas maneras… Son la puerta de entrada a la audiencia, y determinan lo que publicaran y lo que no. Es su mundo.

– Kim Lau, Vicepresidente Sénior y Jefe de Desarrollo de Negocios de The Atlantic

En abril de 2016, en un muelle azotado por el viento de San Francisco, miles de ingenieros y ejecutivos se congregaron en el centro de conferencias de Fort Mason para asistir a la conferencia anual de desarrolladores de Facebook. En el teatro Media Track no había un solo asiento disponible. Ejecutivos de los medios de comunicación de EEUU y todo el mundo abarrotaron los pasillos, con la esperanza de escuchar cómo Facebook les ayudaría a ganar dinero con su contenido.

Sobre el estrado, Jonah Peretti, fundador de BuzzFeed, y Chris Cox, cofundador de Facebook y jefe de producto de la compañía, discutieron los mejores ejemplos de «lo que funciona» en la red social. Lo que funciona resultaron ser dos empleados de BuzzFeed colocando gomas elásticas alrededor de una sandía hasta que esta explota en Facebook Live Video. En el apogeo de audiencia, el experimento de la sandía tuvo 807.000 visitas simultáneas en vivo. Esto se presentó como una novedosa oportunidad para que los editores se enriquezcan mediante un producto innovador de Facebook. Muchos en la sala probablemente sintieron simpatía por la sandía, ya que sus propias empresas estaban siendo estrujadas lentamente hasta el punto de implosión por fuerzas externas ajenas a su control. Una de esas fuerzas es el mismo Facebook.

Siete meses más tarde, algo más que una sandía explotaría en la cara de Facebook. Una semana después del resultado totalmente inesperado de las elecciones presidenciales de 2016, Craig Silverman, de BuzzFeed Media, publicó una serie de artículos exponiendo cómo las noticias falsas se habían propagado a través de las redes sociales durante la campaña electoral, principalmente en Facebook. Los sitios web que producían estas historias falsas a escala industrial tenían su sede en sitios tan diversos como California y Macedonia. Los informes de Silverman demostraron que en los meses previos a las elecciones de 2016, el número de interacciones tipo “me gusta” y de publicaciones compartidas procedentes de sitios tales como Freedom Daily, en los que casi la mitad del contenido es falso o engañoso, fue en promedio unas 19 veces superior al de las fuentes establecidas como serias, tales como CNN.

Si la desaparición del modelo de negocio del periodismo fuera una película de terror, el escándalo de las falsas noticias sería el equivalente del teléfono que suena en una casa vacía. La esperanza inicial del sector era que el fenómeno de convergencia entre redes sociales y periodismo crearía una versión superior o híbrida de ambos; una rica red poblada de información útil y oportuna, que podría ser fácilmente aumentada, compartida y comentada por una audiencia altamente comprometida. En lugar de esto, los peores elementos de ambos mundos se han combinado para contaminar tanto los viejos medios como los nuevos.

La propagación viral no verificada de noticias falsas, exageradas y partidistas está forzando un debate ya inaplazable sobre los derechos y responsabilidades de las agencias de noticias y las plataformas de medios sociales. Salvaguardar la independencia del buen periodismo, que ya se convierte en un subconjunto de las redes sociales, es una tarea crítica tanto para los editores como para las plataformas.

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A finales de 2016, zarandeado por la publicidad negativa que Facebook había recibido por las «noticias falsas», Mark Zuckerberg abandonó su rígida posición inicial y reconoció que su negocio no es “tan sólo una empresa de tecnología», sino que se trata de un «nuevo tipo de plataforma».

Empresas tecnológícas como Apple, Google, Snapchat, Twitter y, sobre todo, Facebook han asumido en gran medida el rol de las agencias de noticias, para convertirse en actores clave en el ecosistema informativo, tanto si quieren como si no ese papel. La distribución y presentación de la información, la monetización de la publicación y la relación con el público están dominadas por un puñado de plataformas. A estas empresas puede que les preocupe la salud del periodismo, pero no es su propósito principal.

Lanzamiento de las principales plataformas digitales, comunicados y adquisiciones. (Ver el apéndice para una lista más completa). Tanto la frecuencia como el lanzamiento de productos relacionados con la publicación de noticias en las plataformas digitales se han acelerado con el tiempo, en gran medida como resultado de la competición entre estas para satisfacer las necesidades del mayor número posible de editores. Las plataformas son cada vez más explícitas sobre su relación con las noticias, formalizando sus relaciones con los editores y, en algunos casos, entrando en territorio editorial.

2/2/2004 Lanzamiento de Facebook; una red social sólo para Harvard
15/7/2006 Twitter se lanza como Twttr. «Tweets» solo puede tener 140 caracteres
5/9/2006 Facebook lanza News Feed. Muestra la actividad de la red de un usuario
1/5/2009 WhatsApp se lanza una aplicación de mensajería móvil
6/10/2010 Instagram se lanza una red social fotográfica
26/9/2011 Snapchat se lanza una aplicación Mobile para mensajes efímeros
12/10/2011 Apple Newsstand lanza una aplicación para leer variedad de publicaciones
9/4/2012 Instagram adquirido por Facebook por mil millones de dólares
3/10/2013 Snapchat Stories lanza una compilación de «snaps» que los amigos de un usuario ven
20/11/2013 Google lanza Play Kiosco, una aplicación para leer variedad de publicaciones
30/1/2014 Facebook Paper y Facebook Trending lanzadas. Paper fue un esfuerzo en las noticias personalizadas. Trending es una lista de los principales temas de la plataforma
19/2/2014 WhatsApp adquirió por Facebook por 19.000 millones de dólares
24/4/2014 FB Newswire aparece como plataforma para recopilación de noticias y narración de historias, donde los editores podrían incorporar contenido «de interés periodístico» de FB en su propio material.
17/6/2014 Snapchat lanza Our Story, agregando la actividad de muchos usuarios alrededor de un evento
27/1/2015 Snapchat lanza Discover para editores seleccionados que crean un canal diario de Discover, como una mini revista interactiva.
9/3/2015 Twitter adquiere Periscope, una aplicación de transmisión de video en vivo
31/3/2015 Twitter lanza Curator, con el que los editores pueden buscar y mostrar tweets basados en hashtags, palabras clave, ubicación, etc.
12/5/2015 Facebook lanza Instant Articles cargando artículos más rápido dentro de Facebook en móviles. Reparte los ingresos con los editores en proporción 70/30 si Facebook vende los anuncios con el artículo.
8/6/2015 Apple anuncia la aplicación News, que reemplaza Newsstand; 70/30 participación de los ingresos con los editores si Apple vende anuncios con su contenido.
22/6/2015 Lanzamiento de Google News Lab para apoyar colaboraciones tecnológicas con periodistas.
5/8/2015 Facebook lanza Live Video para streaming de video en vivo
23/9/2015 Lanzamientos de Facebook 360 Video, donde los usuarios pueden mover sus teléfonos para una vista esférica dentro de un video
6/10/2015 Twitter Moments lanza tweets comisariados sobre las historias principales
7/10/2015 Google AMP anuncia que Accelerated Mobile Pages permitirá que las noticias de los editores se carguen más rápidamente a partir de los resultados de búsqueda para móviles
11/11/2015 Facebook lanza Notify, aplicación de noticias en tiempo real
13/11/2015 Snapchat lanza Official Stories, noticias de marcas verificadas o influyentes
9/6/2016 Lanzamientos de Facebook 360 Photo, donde los usuarios pueden mover sus teléfonos para obtener una vista esférica dentro de una foto
2/8/2016 Instagram lanza Stories; una compilación de las actualizaciones de los amigos de un usuario; un clon de Snapchat Stories
21/11/2016 Instagram lanza Live Stories para streaming de video en vivo
12/12/2016 Lanzamientos de video de Facebook Live 360 Los usuarios pueden tener una vista esférica del video en directo
20/12/2016 Facebook Lanza audio en vivo, que permite formatos como radio de noticias
11/1/2017 Se anuncia el proyecto Facebook Journalism para trabajar con editores en la implementación de productos, formatos de narración de noticias, promoción de noticias locales, modelos de suscripción, formación de periodistas y, en el frente de noticias falsas, colaborando con el Proyecto News Literacy.
14/2/2017 Facebook anuncia TV, una aplicación para Apple TV y Amazon Fire que permitirá a la gente ver vídeos de Facebook en sus televisores.

Los editores de noticias se afanan por comprender cómo trabajar con las nuevas y poderosas fuerzas de la industria digital. La rápida adopción de los teléfonos inteligentes ha transformado el consumo de medios, convirtiendo a las empresas de tecnología, con sus aplicaciones y sistemas operativos, en los nuevos guardianes de la información. De acuerdo con los datos de Pew para el año 2016, el 92% de los jóvenes estadounidenses entre 18 a 29 años de edad poseen un Smartphone, un porcentaje superior al de la población en su conjunto, que es del 77% y superior al número de conexiones de banda ancha en los hogares. Más del 62% de la población de los EE.UU. obtiene noticias a través de las redes sociales, con Facebook como fuente dominante. La cantidad de tiempo que la gente pasa mirando sus pantallas y el volumen de datos personales recopilados por empresas tecnológicas han creado un entorno operativo completamente nuevo para el periodismo, en el que ahora debe funcionar.

Las redes sociales y los buscadores no son plataformas puramente neutrales, sino que de hecho editan, o «comisarían», la información que presentan. Las plataformas digitales han comenzado a reconocer el papel que desempeñan en la provisión de noticias, aunque el ejercicio de criterios editoriales complicada su misión comercial, que es conseguir que tantas personas como sea posible utilicen sus plataformas con la mayor frecuencia posible. Las contradicciones inherentes a como se desarrolla este rol ha resultado en rápidos cambios y reversiones en su estrategia. En agosto de 2016, por ejemplo, Facebook despidió a sus 30 editores o «comisarios», tal como los llamó, para contrarrestar las quejas de que la compañía estaba editando injustamente Trending Topics para suprimir historias de medios conservadores. Poco después de esto, la cobertura de «falsas noticias» dio a entender que la empresa debería haber aplicado más, y no menos, intervención editorial directa en su plataforma.

Incluso después del escándalo de las «falsas noticias» de la última campaña electoral a la presidencia de los EEUU, Mark Zuckerberg insistió en que Facebook «debe ser extremadamente cauteloso para no convertirse en árbitro de la verdad por sí mismo». En lugar de esto, la compañía creó convenios con varias organizaciones de noticias y verificación de hechos para denunciar historias dudosas. Se cree que sus asociados no son remunerados.

El periodismo y las agencias de noticias se encuentran en un punto crítico de su historia como fuerzas independientes en una sociedad democrática. La oportunidad de llegar a un público global mediante el toque de un dedo ya está aquí, y ofrece enormes posibilidades periodísticas que aún permanecen lejos de nuestra comprensión. Pero la hiperconectividad a través de la red social y la telefonía móvil ha creado un vasto mercado de información del cual el periodismo es sólo una pequeña parte. La naturaleza esencial del periodismo no ha cambiado: todavía trata de contar historias y dotarlas de contexto para ayudar a explicar el mundo. Pero ahora se articula mediante un sistema construido para la maximizar escala, velocidad e ingresos.

Los modelos de negocio de las plataformas incentivan la «viralidad» mediante productos que las personas quieren compartir pero que carecen de relación con la calidad periodística. La misma arquitectura que permite a las agencias de noticias llegar a sus audiencias en plataformas sociales también milita en contra de su propia sostenibilidad.

El acceso universal a información veraz se halla en el corazón de una democracia saludable, y ese acceso está ahora configurado por compañías tecnológicas enormemente poderosas, a la vez que opacas, de Silicon Valley. Si bien el mercado de la información sigue evolucionando rápidamente, ahora tenemos la oportunidad de crear un modelo más robusto y transparente para el periodismo.